telediario

04.04.2016

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Sí que es verdad que yo me encuentro cosas raras de vez en cuando; piscinas hinchables (e hinchadas) en el contenedor de basura, piedras con forma de torso, naranjas con el culo en forma de ano, locos en el metro, misteriosos botes escondidos de lentejas… Esos me los encontré una vez haciendo limpieza en la cocina; desmonté el embellecedor de los muebles de abajo y allí estaban camuflados detrás de una pata. Dos tarros con bien de lentejas en un estado de semi cocción -nada apetecible, por cierto-. Me dio algo de reparo tirarlos porque se supone que son símbolo de buena suerte, pero luego pensé que prefería invocarla de un modo más aséptico congelando una pata de conejo o un cuerno de unicornio o algo por el estilo, no sé…

 

El caso es que mis pequeñas curiosidades se quedan en barro al lado de lo que se encontró la semana pasada un señor paseando por la Casa de Campo. Lo habréis oído en el telediario: se encontró un delfín muerto y semi disecado. Y aquí es cuando se abren las puertas del misterio… Un delfín muerto en la Casa de Campo!!??

 

Hasta donde llegan mis conocimientos hidro-geográficos, las grandes masas de agua salada que frecuentan dichos mamíferos no abundan por esta nuestra comunidad del puñetero centro peninsular, por lo que la posibilidad de que llegara nadando y desfalleciera parece descartada. Ergo, alguien debió de depositarlo tras aquellos arbustos! Y digo yo… Quién en su sano juicio agarra un delfín en avanzado estado de descomposición, lo envuelve en una malla metálica y lo abandona en  la Casa de Campo?… Es más, quién -que no sea un taxidermista chiflado- conserva semejante espécimen en el cuarto de al lado?

 

Nadie conoce aún los hechos. Dudo mucho que nunca los conozcamos (excepto el autor del acto). Sólo podemos imaginarlo; elaborar hipótesis con un aderezo de locura que pueda dar sentido al hallazgo. Desde un coleccionista de huesos impaciente hasta un Liberad a Willy malogrado por el GPS. Porque esta es la típica historia que si no la ves en el periódico con foto al lado y un policía como testigo de cargo, no te la crees…

 

Lunes. Llueve y no acaba de amanecer. Y mi nariz no deja de aumentar el caudal de agua, por si llegan más mamíferos marinos sin fenecer… Buenos días!

17.03.2016

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Llevo años escuchando sin perder la sorpresa las noticias sobre domótica que dan de tanto en tanto en el telediario… Anuncian un gran descubrimiento, un avance sorprendente, un mundo nuevo que la informática y la electrónica nos traerán de la mano….

 

Y qué será? (Me pregunto siempre ilusionada). Por fin la patineta voladora? Un portal para teletransporte? Una caldera silenciosa, al menos? Nooooo. Qué va! Lo que llevan diez años anunciando como la mejora definitiva en nuestro hogar es una aplicación, o una nevera, o un robot que [¡Atención! ¡Redoble de tambores!] te hace sólo la lista de la compra!!

 

Toma ya! La bomba!! Waaaauuu!!

¿¡!?

O como diría un guiri wtf??

 

¡Madre del amor hermoso! Pero estos investigadores de los c*****s no tienen casa? De verdad eso les parece el colmo de la modernidad?? De los aspiradores Roomba entonces no habrán oído hablar!!?

 

A ver, lumbreras, que a mí personalmente coger un boli y un papel y apuntar: limones, huevos, ajos, café y pavo no me supone ningún trauma! Es más, no quiero ni imaginar los parámetros que tendría que configurar para que mi nevera me hiciera ella sola la compra, que depende de los productos que encuentre de temporada, mis planes de salir semanales y los antojos que me puedan dar… Si me gasto un pastizal en un robot-mayordomo es para algo más! Prefiero, por ejemplo, que pase el quitapelusas o me de un masaje en los pies después de cenar!! Y ya me encargo yo de la dichosa lista. Que no me convence esa manía de querernos evitar el pensar (aunque sea en puerros y aceite nada más).

 

En serio, los periodistas científicos deberían ya saber que -en este campo- la ausencia de noticias no es una noticia. Y que si no hay nada que contar, pues no hablamos de domótica y ya está. No pasa nada. Que el día que inventen una lavadora que case sola los calcetines, o una plancha que no precise de malabares con las prendas, o un lavavajillas que quite la mesa, frote las sartenes y coloque después la loza, entonces, tendrán su titular.

 

Por ahora, en mi lista, no queda más que los buenos días por dar. Así es que ahí van. Jueves. La semana se nos va…

22.12.2015

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Tengo la manía de ver sólo un telediario al día. Por la mañana, para salir de la cama, suenan un par de alarmas y se encienden la cafetera y la tele con el volumen un poco fuerte; así -entre el olor a café y a noticias- me es más fácil volver del mundo de los sueños al de los currantes de lunes a viernes.

 

Por tanto, el noticiario que suelo ver es el mañanero de TVE 1 que dura 30 minutos, no incluye sucesos, y repiten íntegro dos o tres veces. Conozco su estructura de memoria (cabecera, nacional, internacional, el tiempo, deportes y variedades) además de la duración aproximada de cada bloque. Por eso esta mañana me he dado cuenta de que, efectivamente, hoy empieza la Navidad o al menos las vacaciones han llegado a las redacciones…

 

Para empezar, he tenido que mudarme al canal 24h porque en la Uno estaban en el especial adoración al bombo y para seguir porque le deben de haber dado vacaciones a media plantilla y todo el contenido del informativo se ha reducido a: 30 segundos de la frase de turno de cada líder político sobre los gobiernos futuros, 30 segundos del rifi-rafe en la cumbre del Mercosur, 19 minutos de topicazos sobre los previos al Sorteo de la Lotería, 8 minutitos de información deportiva (que esos periodistas no se deben ir de vacaciones por más que los equipos les inviten a comidas de Prensa) y 2 minutos del nuevo video-clip de Bloc Party. ¡¡Ole con las noticias!! ¡Vivan las fiestas!

 

Vamos, que entre la tele, el calendario que lleva hoy en la frente un copo de nieve y que me he cruzado esta mañana varios pastorcitos y algún ángel de unos 70 centímetros puesto de pie, el problema de descentramiento que os comentaba el viernes ha empezado a desaparecer. Justo ahora que el culebrón postelectoral se pone interesante! En fin, no me quejaré, que estoy segura de que nos vamos a cansar de hablar de pactos cuando pasen los Reyes. Me callo y digo lo que repetía a modo ensayo el pastorcito “¡Vaya, qué frío hace!”

 

Martes. Invierno. El gordo. Los premios, los pactos, los bombos, los hiatos y los diptongos están en el aire. Ya queda poco… Buenos días!

11.12.2015

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En ocasiones, a poco que uno se despegue ligeramente del móvil o de su propio ensimismamiento, te conviertes en testigo involuntario y de primera mano de un rosario de historias ajenas que no aparecen ni en el telediario ni en el Gran Hermano ese que a tanta gente atrapa.

 

Ayer una mujer sentada a mi lado en el metro, hablaba con otra a la que intentaba consolar «Bibiana, tranquila, no te alteres. Que de hambre no nos vamos a morir. Sí, es una pena que tengas que dejar ese piso, porque un chollazo así no vas a volver a encontrar, pero si te lo ha dicho el médico tendrás que operarte, mujer. Te vienes a vivir a mi casa y nos arreglamos como sea. Quizá incluso te venga bien, Bibiana, que la vida de Montera no es vida».

 

El otro día, sentada en un banco de una plaza, la siguiente escena se desarrolló delante de mis narices. Reproduzco el diálogo:

 

[Señora algo flipada que se cruza con un señor desconocido que va paseando al perro].

 

[Flipada] (Agachándose a acariciar al animal): Ay! Qué viejita es!!

[Paseante] (Sorprendido pero amable): No, sólo tiene cuatro años..

[F]: Anda! Bueno, pero es muy guapa!!

[P]: En realidad es perro

[F]: Vaya! Es verdad!! Y se le ve que tiene cara de pocos amigos!!

[P]: En absoluto, es muy amigable

[F]: Y cómo se llama?

[P]: Trueno

[F]: Qué bonito nombre le pusiste

[P]: La verdad es que lo adopté y ya tenía ese nombre

[F]: Mmmm… Qué bien. Venga hasta luego!!

[P]: Adiós. Que vaya bien

 

Y es que en el plató gigante de la ciudad, cada uno llevamos dos hermosas cámaras en la cara. A mí, personalmente, con eso me basta.

 

Viernes que esta semana no se ha hecho esperar. Feliz fin de semana y buenos días!

18.03.2015

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No me lo puedo callar más. Os lo tengo que contar… No soporto al hombre que da el tiempo en la Uno por las mañanas. Martín Barreiro, se llama.

No digo yo que el chaval no sea un lumbreras; que se habrá sacado su carrera de física y sabrá leer los mapas de isobaras incluso mejor que las gitanas del romero las rayas de la palma de la mano. Tampoco le tengo tirria por haberme pasado por agua este puente de San José, porque entiendo que el muchacho es un mandao en lo que a las condiciones meteorológicas se refiere. La razón de que no le aguante es que se explica como un puñetero libro cerrado, es decir, FATAL.

Mezcla en una frase ininteligible las lluvias en el norte con el viento en el oeste. No sigue un orden ni geográfico ni lógico. Lo mismo te habla de agua de levante que de nieve en cotas bajas de la cordillera penibética. Su uso de los conectores es nefasto: ‘pero, sin embargo, luego…’ son añadidos a su discurso sin sentido gramatical alguno. Y después de prestarle toda mi atención cada mañana, lo único que consigo saber a ciencia cierta es si habrá niebla en las Pitiusas o no. Que eso lo dice siempre alto y claro ¡Arrrgggg!

Y esta nulidad para hacerse entender, que sería perdonable en un amigo o en un familiar, no lo es en un tío que se gana la vida -y estoy segura de que se la gana bastante bien- saliendo en la tele cada mañana para explicar el tiempo que nos va a tocar. Así es que a los puñeteros responsables del ente público les pido que el señor Barreiro siga si quiere interpretando mapas pero en la intimidad y que busquen algún meteorólogo que sea además, buen comunicador, que estoy segura de que los habrá… Un Maldonado, sin más. Gracias.

Feliz puente (a quien lo tenga y le guste la lluvia) y feliz resto de semana a los demás.  Buen miercoler-nes y buenos días!!

03.02.2015

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La Fórmula de la Felicidad. Día 2

 

Fue un martes, señor agente, lo recuerdo. Aún hacía buen tiempo…
Acababan de anunciar en el telediario un gran descubrimiento; por lo visto un equipo de investigadores -de esos que nadie está seguro de lo que andan haciendo- habían encontrado el mayor de los secretos ‘La fórmula de la felicidad, ya es un hecho’ dijeron ellos.
Tampoco pude prestar más atención, se hacía tarde y, a mis años, de esas noticias he aprendido a no fiarme. Ya sabe como les gustan los titulares a los periódicos: hallan la cura al cáncer, la vacuna contra el SIDA, el método para cultivar arroz en terreno yermo… Pero al final del día, la gente sigue muriendo y las grandes esperanzas se diluyen en pequeños misterios.
El caso es que yo tenía faena por delante; limpiar piezas, desmontar un engranaje, calibrar algún péndulo..  no puede uno despistarse cuando regenta un negocio pequeño. Y aunque estén encerrados en un puñado de relojes rotos, los minutos siguen corriendo.
Apagué el televisor, salí a la calle y ya noté algunos cambios. La noticia se estaba extendiendo: algunas miradas y muchos corrillos hablaban de ello… Será verdad? Será posible? Será bueno? Allí los dejé debatiendo. Buenos días, compañeros!

A un relojero, cuando es viejo, no le sobra el tiempo.

05.12.2014

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Que una persona mate a otra en un acto de violencia injustificada hace malo al que mata, no bueno al que muere. Y esto, que es un axioma en mi sistema de ordenación moral, me sirve tanto para policías yankees, como para hinchas fanáticos de una orilla u otra del Manzanares, como para cualquier desdichada noticia de la sección de sucesos.

El muerto es la víctima por el mero hecho de morirse, no porque tenga necesariamente que ser un santo. Ser objeto de un acto desalmado no anula los que uno mismo haya podido cometer.

Pero por algún extraño vicio, los humanos tendemos a beatificar a aquellos que guardamos en los féretros; especialmente si gozan de unos cuantos minutos en el telediario….

En fin, que es viernes de fin de semana largo y probablemente no sea el día para tales reflexiones, pero me calienta tanta pamplina como escucho a diario y tenía que soltarlo. En realidad sólo pretendía desearos un feliz descanso. Buenos días.

11.03.2014

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A veces viendo el telediario me siento de otro planeta. La verdad es que es un tipo de programa que procuro dosificar: sólo veo el de las ocho de la mañana, con el que comparto desayuno y os garantizo que, aunque sea un espacio breve, no tiene desperdicio. Entre los errores de los presentadores -que dan la impresión de estar a medio despertar- los corresponsales con formas peculiares de hablar (hoy había uno que imitaba a lo cutre a un matón de la mafia) y las noticias, que tienen su enjundia, cuesta beberse el café de tanto abrir la boca.

Y es que hoy es 11 de marzo. El 11 de marzo de 10 años después. Y quizá yo peque de puntillosa, pero me molesta la forma de narrar la historia de unos atentados que todos los madrileños vivimos de forma distinta, pero todos dolorosa. O será que no soy fanática de las fechas, que me dejan fría los aniversarios, pero tanto décimo recuerdo me desinfla igual que se desinfla el monumento a las víctimas si te dejas la puerta abierta (¿¡A quién coño se le ocurrió hacer una escultura-flotador que requiere presurización!?)

Luego está lo del avión desaparecido, que es de traca. Parece que mentira que en un mundo tan pequeño se pierda algo tan grande y nadie sepa cómo ¡! En la oficina tenemos la teoría de que es el avión de Lost y está en la isla… junto con mis bolsitas de lavar. Seguimos con el anuncio del envío de aviones espías a Crimea; ¡Pero bueno! ¿No son espías? ¿Por qué lo anuncian? Si en la página 1 del manual del espía lo dice bien clarito: no contar nada jamás. La sección deportes tampoco se libra: pierde Nadal contra un tío del que nadie ha oído hablar. Y para terminar la Soyuz regresa a la tierra y dicen que de Sandra Bullock no saben nada…

De verdad, ¿hace falta que vea más telediarios?

Martes. Buenos días. Si conseguís ignorar unas cuantas cosas, seguro que lo serán.

10.12.2013

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No me explico cómo, desde que Dios inventó el telepronter, los presentadores del telediario (al menos del matutino que es el único que veo) tienen margen para equivocarse tan graciosamente, pero lo hacen. Y no hablo sólo de descolocar las comas hasta que la frase carezca de sentido o cambiar tiempos verbales hasta dejarlos en pretérito imposible, si no de la periodista que el otro día se cepilló Portugal con una eficacia que no han tenido siglos de guerras y alianzas, cuando aseguró que el tiempo iba a mejorar ligeramente en toda la ‘península española’ o de ese otro que debe creer que la política obra milagros puesto que los folletos que el Congreso había impreso en braille con motivo de su jornada de puertas abiertas, podrían ser ‘vistos’ por los discapacitados visuales que acudieran al acto.

Hoy, sin ir más lejos, a la rubia periodista le ha traicionado el subconsciente y, en lugar de llamar a su compañero ‘Jesús’ le ha llamado ‘Champion’, desconozco si por motivos futboleros o por otras causas que no sabemos…

10 de diciembre. Día de los Derechos Humanos; eso será, que uno de los derechos que tenemos los humanos es a equivocarnos. Duenos bías!!